En una articulación entre el Estado, las universidades y el sector privado, Uruguay ha decidido convertirse en un generador de tecnología como Israel o Irlanda. Su estabilidad política y macroeconómica es la clave.
Podría decirse que (Uruguay) es un país desacoplado de una región convulsionada en lo político y tan volátil en lo económico. Lo cierto es que con esas credenciales busca convertirse en el nuevo hub (centro de operaciones) tecnológico y articula el sector público, la academia y al sector privado.
Pero atrás llegaron Microsoft para el desarrollo de soluciones de inteligencia artificial, y Amazon, para potenciar la utilización de servicios informáticos en la nube.
Hace años que se viene diciendo que Uruguay debe convertirse en un polo tecnológico. Tiene todo para serlo. Desde el Estado, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), la valiosa tecnología cedida por ANTEL al Consejo de Educación Técnico Profesional-UTU para los cursos de Tecnología de la Información y Redes, y además la presencia en el Ministerio de Ambiente de un proyecto de data center llamado Eleonor Applications SRL, subsidiario de Google, para instalarse en la ampliación del Parque de las Ciencias de Canelones.
Uruguay pasaría así a posicionarse en el mapa para muchas compañías internacionales, a las que muchas empresas uruguayas podrán venderle servicios o productos de valor agregado asociados a la propiedad intelectual, la ingeniería, la creatividad y la innovación.
Un indicio es lo que acaba de ocurrir con Newlab, una comunidad estadounidenese de emprendedores. El ministro de Industria, Omar Paganini, instó a Sergio Fogel, el fundador del unicornio uruguayo Dlocal, a visitar las instalaciones de Newlab en Brooklyn, para impulsar a que “Uruguay se transforme en un lugar reconocido como generador de tecnología”. Fogel fue, y quedó asombrado, y en diciembre de 2021 se anunció la llegada de Newlab.
Y así comenzó el proceso.
El gobierno uruguayo a través de sus agencias de investigación concretó alianzas con las argentinas Globant y Mercado Libre, y Newlab (que tiene como clientes a Nike, General Electric, Microsoft, Bank of America, IBM, Johnson & Johnson, Lego, LVMH, Intel, Hewlett Packard, Fidelity Investments, AT&T, Tiffany&Co., Revlon, Avis Budget Group y otros) se acaba de instalar en Montevideo, en su primera filial fuera de EE.UU. que busca convertir en su epicentro para toda América Latina, definiéndose como “un puente o un canal de conexión entre las empresas que requieren innovar y los expertos que trabajan en el desarrollo de tecnologías.”
Source: portalamerica