La contundente victoria que obtuvo el candidato presidencial peronista Alberto Fernández sobre el oficialista Mauricio Macri en las elecciones primarias del pasado 11 de agosto agudizó la inestabilidad económica que vive Argentina desde hace meses, provocó un fuerte impacto en los mercados, con caída de reservas y restricciones cambiarias, y generó turbulencias políticas y sociales. Es que esas elecciones, conocidas como las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), suelen ser un termómetro confiable para medir el ánimo del electorado argentino, y apunta a la vuelta al poder del kirchnerismo, que gobernó 12 años (2003-2015) con una fuerte impronta estatista. Los resultados de las primarias también impactaron, aunque a otra escala y en otras áreas, del otro lado del Río de la Plata.
“Los argentinos comenzaron a consultar por viviendas terminadas, lo que permite pensar que muchos ven a Uruguay como una posibilidad para escapar de la situación local”, afirmó Ricardo Frechou, CEO de InfoCasas, en referencia a las consecuencias de las elecciones argentinas sobre el mercado inmobiliario uruguayo, al hablar en Informativo Carve, el jueves 29. Y en ese espacio radial aportó otro dato que consideró llamativo. La “parte de las inscripciones de alumnos en los colegios de Punta del Este está saturada por las consultas que están surgiendo desde Argentina: se trata de argentinos que están comprando ahí para radicarse con la familia o eventualmente ir y venir” de un país a otro, afirmó.
En efecto, las consultas y preinscripciones de alumnos de nacionalidad argentina “aumentaron considerablemente durante las últimas semanas en los colegios de la península”, según confirmó a Búsqueda Juan Carlos Noya, quien desde abril preside la Asociación de Institutos de Educación Privada (Aidep), que agrupa medio centenar de centros de enseñanza, varios de ellos ubicados en Punta del Este.
Noya dijo estar sorprendido por este “dato de la realidad” que ató dos fenómenos. “Por un lado, esa creciente demanda de alumnos argentinos en los colegios asociados de la península, que se ubica muy por encima de lo normal en estas fechas, comparado con años anteriores. Y, por otro, esa tendencia que algunos analistas vinculan a la coyuntura económica regional es llamativa porque se da junto a una mayor oferta de colegios grandes y caros” establecidos en la ciudad turística, apuntó.
Un ejemplo es el International College, una institución laica y bilingüe que abrió sus puertas en marzo de 2017 —con una inversión de US$ 25 millones en un predio de cinco hectáreas del barrio Deauville, próximo a El Jagüel—, rodeado de otras instituciones educativas. Además, también crecen a “buen ritmo” las consultas en colegios como el Woodside School, el St. Joseph Mary o el St. Clare’s College, entre otras instituciones que ratificaron estas “tendencias” observadas por Noya.
El perfil de los argentinos que eligen colegio para sus hijos en Punta del Este es “variado”. Suelen ser profesionales que pueden mantener su trabajo a distancia y viajan. Otros proyectan radicarse en la península atraídos por la tranquilidad y la seguridad.
El porcentaje de estudiantes extranjeros de estos colegios va desde 10% a más de 70% de la currícula global. La mayoría proviene de la región, argentinos y brasileños, aunque también hay norteamericanos, europeos y asiáticos. La opción bilingüe con certificados internacionales es parte de la oferta de estas instituciones educativas, donde las cuotas mensuales oscilan entre $ 8.000 en los primeros niveles de enseñanza a más de $ 40.000.
Según Noya, la educación privada “apostó fuerte en Punta del Este”, con inversiones muy importantes en estructura educativa y con “gran visión empresarial”, y ahora esa apuesta parece verse “favorecida” por la coyuntura regional. Así lo confirmaron los colegios asociados a Aidep, como el Instituto Uruguayo Argentino —uno de los más antiguos del balneario—, el Woodside College y el International College.
“Después del 11 de agosto —día de las PASO— hubo un incremento importante de las consultas y preinscripciones de alumnos argentinos”, según dijo a Búsqueda Claudia Gasco, encargada de Admisiones del International College, que tiene 430 alumnos, más del 70% extranjeros, y con capacidad para 550. “Para acelerar el proceso de admisión estamos contactando por videoconferencias con las personas del exterior”, contó Gasco.
Igual constatación se dio en el Instituto Uruguayo Argentino o en el Woodside, todos colegios de gran porte (más de 700 alumnos), indicó Noya.
El perfil de los argentinos que eligen colegio para sus hijos en Punta del Este es “variado”. Suelen ser profesionales que pueden mantener su trabajo a distancia y viajan. Otros proyectan radicarse en la península atraídos por la tranquilidad y la seguridad, más allá de la situación política y las medidas económicas argentinas. La novedad son aquellas familias con padres de entre 35 y 50 años de edad y con hijos menores, que buscan estabilidad y calidad de vida.
“Si finalmente se produce esta migración masiva de argentinos que algunos analistas políticos prevén, es de esperar que estos colegios amplíen su oferta a Montevideo y otras zonas del país”, destacó Noya. “Esta es una realidad que sinceramente nunca imaginé, sobre todo con esta aceleración del número de consultas de argentinos, según los socios: sorprende”.
Caída “lenta y sostenida” de los privados a escala nacional
Punta del Este parece vivir una realidad distinta al resto del país. El aumento de la demanda de los colegios esteños contrasta con la caída de medio punto que se registró este 2019 en la matrícula de los institutos de enseñanza privada a escala nacional, “la mayor caída desde la crisis económica del 2002”, informó El País en junio. El 85% de los niños y adolescentes en Uruguay concurren a la educación pública.
“Hemos tenido una caída lenta y sostenida en los últimos seis años, sobre todo en educación inicial y Primaria, de colegios de bajo y mediano porte (menos de 500 alumnos), en gran parte por factores económicos”, explicó el titular de los institutos de educación privada. Esa caída contrastó con un “leve ascenso” desde 2003 hasta 2014, lapso en el que el sector privado de la educación ganó casi 20.000 alumnos.
Los que más han sufrido la caída en sus matrícula son sobre todo los colegios confesionales y pequeños, “en situación vulnerable”, explicó a Búsqueda Rafael Ibarzabal, titular de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (Audec), que agrupa 157 instituciones y atiende a 54.583 alumnos de todos los niveles. Además del factor económico, Ibarzabal destacó el demográfico, dado por la caída de los nacimientos (“la clase media que puede pagar una cuota se reproduce poco”, dijo) y también porque “la educación pública tiene una aceptación importante”, sobre todo en Inicial y Primaria.
Punta del Este parece vivir una realidad distinta al resto del país. El aumento de la demanda de los colegios esteños contrasta con la caída de medio punto que se registró este 2019 en la matrícula de los institutos de enseñanza privada a escala nacional.
Así, las escuelas públicas crecieron en 2019, pasando de 242.448 a 243.364 matriculados en marzo, mientras Primaria confesional perdió 12% de su matrícula en los últimos años.
La educación pública también acortó diferencias con los colegios laicos “de mediano porte para abajo”, por la universalización de Inicial, la ampliación del horario pedagógico y la diversificación de la oferta en Primaria, con la incorporación de talleres, lenguas, informática, deportes y artes. “Todo eso ha hecho que los padres opten por llevar a sus hijos a un centro educativo público o que al menos posterguen la decisión de apuntarlos en un privado más adelante”, evaluó Noya. En el nivel Inicial, los privados perdieron más de 2.000 niños y unos 1.400 en Primaria.
En Secundaria “ya es otra la historia”, dijo el también subdirector general y director de Liceo del Colegio Alemán. Sobre los resultados en las pruebas Pisa, para los estudiantes de 15 años, como en las Terce, para escolares, donde los privados no hacen la diferencia frente a los públicos, Noya apuntó: “Eso sucede al comparar los centros públicos y privados de los contextos socioeconómicos y culturales más bajos, donde no se ven diferencias significativas”. Sin embargo, “en los colegios de los quintiles más altos las diferencias son muy grandes a favor de los privados”, cerró.